Aunque las personas no suelen reparar demasiado en este detalle, los suelos representan uno de los elementos más importantes de un inmueble, tanto desde el punto de vista estético, como desde el punto de vista práctico. Un piso se elige de acuerdo al estilo de vida, al tiempo de las personas, al ingreso y a los hábitos que tengan. Para las familias numerosas, con niños y con mascotas, hay recomendaciones específicas, aquí te dejamos algunas de ellas:
Placas de cerámica
Las placas de cerámica suelen ser una de las mejores opciones para familias con niños pequeños que juegan en el suelo y con madres ocupadas que no tienen mayor tiempo para hacer el mantenimiento. La cerámica es muy resistente, podrá recibir los embates de los juegos de tus chiquillos o tus mascotas sin fracturarse muy fácilmente. Además, con una simple limpieza que consista en barrer el polvo y pasar la fregona, quedará como nueva. Por otro lado, la cerámica es económica y relativamente fácil de instalar y es uno de los tipos de suelos que te permite ser más creativo con los diseños.
El piso de granito
Este tipo de suelo ha pasado casi a ser un clásico de los hogares. Su estilo elegante y minimalista lo ha convertido en una opción adaptable a casi todos los gustos. El granito es uno de los materiales más fuertes y duraderos en cuanto a suelos se refiere, pero su belleza dependerá del cuidado que reciba. Su limpieza consiste en quitar el polvo, pasar la fregona y luego aplicar cera para hacer una pulitura. El precio de este material no es elevado, pero su instalación no es tan sencilla como la de la cerámica.
Un factor en contra que tienen estos dos tipos de suelo es que suelen enfriarse bastante en temporadas de frío, por lo que si instalas alguno de estos, deberás también instalar un buen sistema de calefacción. Aunque el parquet es otra opción más cálida, no es tan resistente y recomendable para hogares con niños o mascotas.
