Es bastante habitual, que por desconocimiento o por pensar que es más beneficioso, los propietarios incurran en el error de no declarar un piso alquilado. Esto es claramente algo que, además de estar considerado por hacienda como un fraude fiscal, puede traer muchos más problemas que beneficios.
Si nos dedicamos al alquiler de inmuebles, debemos tener en cuenta que nuestros inquilinos van a verse en la obligación de justificar su residencia, domiciliar recibos y que es muy probable que ellos sí incluyan el piso alquilado en su declaración. Por lo tanto, con toda seguridad habrá un momento en que los datos de propietario e inquilino se crucen al cotejar alguna base de datos y entonces, saltarán las alarmas.
Consecuencias de no declarar un piso alquilado
La primera consecuencia y la más obvia al no declarar un piso alquilado es que el propietario será penalizado con sanciones fiscales. La Agencia Tributaria exigirá al propietario la totalidad de la suma no abonada desde la fecha de inicio del alquiler más los intereses correspondientes. También se le impondrá una multa que va desde el 50 % al 150 % dependiendo de la gravedad de la infracción y de la Comunidad Autónoma.
Pero no es la única sanción; Hacienda también realizará una liquidación del IRPF de forma paralela, tributando al máximo y sin posibilidad de reducciones fiscales y al propietario se le abrirá un expediente sancionador por ocultación de beneficios.
Beneficios de declarar un piso alquilado
Por el contrario, si un propietario opta por declarar su piso alquilado, podrá deducir hasta el 60% del rendimiento neto de la propiedad, además, hay inquilinos favorecidos por los que puede obtener hasta una exención fiscal del 100 %, como en el caso de que sean menores de 30 años. Hacienda también le permitirá deducir todos los ocasionados por los tramites del alquiler.
Sin duda, hacer las cosas legalmente tiene sus beneficios.