En Apialia Gaudí nos imaginamos la cara que puedes llegar a poner cuando llegas a tu casa y descubres que tienes una grieta en tu pared. Además de ponerte a maldecir y preguntarte el por qué te ha sucedido esto, todo tu esfuerzo va a ir encaminado a buscar algún profesional que pueda reparar tal desastre. Para este tipo de eventualidades esta actitud es la más recomendable, dado que deben analizar las razones que han provocado esta situación y, de este modo, darte una solución lo más rápida posible.
Esta búsqueda se puede realizar, o bien de manera privada, en la que nosotros nos haríamos cargo del coste que pudiese suponer la visita del técnico; o bien podemos comprobar si el seguro del hogar que tenemos contratado ofrece coberturas para este tipo de situaciones. En el caso de que sea así, debes contactar con tu compañía aseguradora y solicitar que un perito acuda a tu domicilio.
Cuando este especialista acuda a nuestro hogar, comenzaremos la gestión real. Gracias a sus conocimientos, establecerá los motivos que han causado dicha grieta y, en función de dicho veredicto, nuestra compañía sufragará los gastos de la reparación o no. Se pueden negar si se estipula que dichos daños sean provocados por la presencia de obras al lado de nuestra casa. Como nuestro seguro no va a hacerse cargo, deberemos comunicar tal situación al responsable de la obra. Una vez hecho esto, debes saber que cuentas con un tiempo limitado para poder reclamar los daños y perjuicios que su actividad te han provocado. De modo que, debes actuar rápido y pedir a la empresa responsable que asuma los gastos de la reparación de la pared.
También puede ocurrir, que estas molestas fisuras, sean consecuencia de la existencia de problemas de cimentación en nuestro edificio. En dicho supuesto, deberás dar parte a la comunidad de propietarios, ya que entonces pasaría a ser una obra de conservación. Por lo que, será la propia comunidad la que deberá aprobar un presupuesto que permita afrontar la reparación que necesitas.