Una oficina sostenible reposa sobre tres pilares fundamentales: eficiencia operativa, ahorro energético y el bienestar integral de los trabajadores.
Son cada vez más las empresas que se suman a la filosofía ecofriendly, y lo hacen por las muchas ventajas que esta decisión les reporta:
– En primer lugar disminuyen drásticamente los gastos de energía.
– En segundo lugar su imagen corporativa se revaloriza.
– En tercer lugar los trabajadores, al sentirse más a gusto y contar con condiciones de mayor salubridad, aumentan su productividad.
1.- Involucrar a todo el equipo de trabajo
Para crear una oficina verdaderamente sostenible es fundamental que todos los trabajadores estén comprometidos con una actitud responsable hacia el medio ambiente, por lo que es preciso informarlos respecto al tema para que puedan desarrollar conciencia ecológica.
Escuchar las propuestas y necesidades de quienes pasan varias horas al día trabajando en el lugar es de gran importancia, pues ello sentará las bases para la transformación del espacio laboral.
2.- Eficiencia energética
Actualmente existen muchas alternativas para realizar un uso cada vez más eficiente de recursos como el agua y la electricidad.
Un espacio sostenible pasa por replantearse las fuentes de energía, lo ideal es optar por fuentes de energía ‘verdes’ que además de ahorrar no contaminen.
Implementar innovaciones que disminuyan el consumo energético y el impacto en el medio ambiente es vital si queremos desarrollar espacios sostenibles.
3.- Materiales
Una oficina sostenible incluirá en su construcción, o en su transformación (si ya está construida), materiales cuya obtención generen el menor impacto posible en el planeta.
Si bien en la actualidad -a excepción de la Directiva europea sobre productos de la construcción- no existe norma alguna de obligado cumplimiento para los Estados miembros de la UE relativa a los criterios medioambientales en la selección de los materiales de construcción, debemos tener presente que la industria de la construcción es responsable del empleo de más del 50% de los recursos naturales.
Algunos materiales de bajo impacto cada vez más usados son: ladrillo ecológico, bambú, cal, ágave, hormigón, madera reciclada, entre otros.