Consejos para que la relación con los vecinos no sea una tortura

Las ciudades viven siempre a un ritmo tan frenético, que todos sus habitantes se ven afectados por ello. El estrés diario provoca que nuestro carácter, en algunas ocasiones, sea mucho más agrio y nos haga parecer que andamos de mal humor. Este estado se va a reflejar claramente en nuestra convivencia, tanto en la que establecemos con nuestra pareja e hijos, como con nuestros vecinos. De hecho, en dichos momento, es habitual que cualquier detalle nos llegue afectar y provoque que tengamos una disputa. Para evitar males mayores, desde Apialia Gaudi queremos ofrecerte una serie de consejos que te ayuden a evitar problemas con los miembros de tu comunidad y así conseguir que la convivencia sea muchos más plácida.

Es evidente que todos los problemas no se pueden prevenir. Pero hay algunas cuestiones en las que no debemos caer, dado que pueden implicar un claro deterioro de las relaciones que podamos mantener. Aunque haya determinadas costumbres de tus vecinos que te puedan irritar, debes balancear si merece la pena que le estés increpando por estos motivos. Piensa que, probablemente, tú también hagas cosas que le puedan molestar, como ver tu serie favorita a volumen alto por la noche.

Te aconsejamos que utilices las normas básicas de educación en el día a día. El hecho de ser cordial y molestarte en saludar cuando os encontráis en los rellanos o en el ascensor, son pequeños gestos que contribuirán a tener una relación más sana con todos los vecinos.

Los motivos que más problemas generan en las comunidades de vecinos son los ruidos y las obras. Para los primeros, debes mantener una actitud respetuosa y no realizar actividades ruidosas a altas horas de la noche o antes de las ocho de la mañana. El descanso de los demás, debe ser respetado. Para las segundas, debes avisar tanto al presidente como a los vecinos tu intención de realizar reformas en tu hogar. De este modo, sabrán que, durante un tiempo, habrá trabajadores entrando y saliendo. Asegúrate que tras terminar el día de trabajo, dejen los ascensores y zonas comunes bien limpios. Así te evitarás más de una discusión.

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