Amortizar hipoteca: ¿conviene o no?

Algunos hogares llegan a fin de año con una buena cantidad de dinero ahorrado y se plantean la posibilidad de amortizar su hipoteca, un gasto que requiere de un porcentaje importante de los ingresos de los propietarios. Sin embargo, antes de hacer este tipo de inversión es importante analizar la situación en la que se encuentra el titular. A continuación algunos aspectos a tomar en cuenta antes de tomar esta decisión.

Productos de ahorro

Es conveniente pensar en los productos de ahorro a los que se tiene acceso. Amortizar una hipoteca puede ser una buena inversión debido a que se reducen los intereses que se pagarán por la hipoteca al finalizarse el pago, y si esos intereses reducidos son superiores a la rentabilidad que se obtiene con otros productos de ahorro al alcance del propietario, la amortización es una buena opción. Sin embargo, para volver a disponer de ese dinero con facilidad las mejores opciones suelen ser depósitos o planes.

Deducciones fiscales

Ser titular de un préstamo hipotecario puede significar una deducción en el IRPF de este año, mientras la compra de la casa y la firma de la hipoteca sean anteriores al 1 de enero de 2013 y sea una vivienda de uso habitual. Esta deducción será de un 15% sobre un máximo de 9.040 euros pagados de hipoteca durante el año 2017, por lo que es una decisión interesante para aquellos que no han llegado al pago máximo, pero desean deducir el importe total por razones fiscales.

Tipos

Los tipos de interés que maneje la hipoteca son un indicador importante para saber si la amortización es conveniente o no. Si los tipos son muy bajos y apenas se pagan intereses por el dinero prestado, la entidad prácticamente está proporcionando ese dinero sin condiciones estrictas por lo que el pago puede esperar.

Disminuciones

Amortizar la hipoteca trae uno de dos beneficios: la reducción de la cuota o la disminución del período de pago. Mientras que la primera opción es beneficiosa para reducir los gastos mensuales (los expertos afirman que el gasto en vivienda no debería superar el 30% del presupuesto familiar), la segunda opción es más conveniente si lo que se desea es cancelar la deuda en el menor tiempo posible.

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