¿Acabas de comprar una casa? Aprovecha para instalar tu aire acondicionado

Actualmente, sabemos que los meses de calor no solo se limitan al verano. Cada vez nos resulta más normal poder acudir a la playa en pleno octubre o tener que encender el aire acondicionado para poder descansar un rato por la tarde en estas fechas. Si además, acabas de adquirir una nueva propiedad y no viene equipada con este tipo de aparatos, puedes aprovechar este momento para adquirirlos a un precio mucho más ventajoso y disfrutarlos hasta que hagan acto de presencia las bajas temperaturas. No obstante, desde Apialia Gaudí, te advertimos que debes tener en cuenta una serie de condiciones antes de instalarlos en tu hogar.

En primer lugar, te recomendamos que te informes de las normativas vigentes en tu comunidad de vecinos y más concretamente, en lo que respecta a la modificación de la estructura o estética del edificio. Seguramente, quedará contemplada la necesidad de conseguir la aprobación de los vecinos para poder alterar la imagen del edificio, o incluso, se encuentre especificada la necesidad de solicitar una autorización para poder instalar este tipo de elementos. Sea como fuere, resulta muy importante tener la información necesaria en esta materia dado que, probablemente, la maquinaria de tu aire deba ubicarse en la fachada exterior.

En este punto y si previamente no te ha dado por consultar los estatutos, debes saber que si has realizado el montaje sin solicitar los permisos pertinentes, puede ocurrir que los vecinos emprendan acciones legales en tu contra y te obliguen a retirar el aparato.

En el caso de que todo haya ido sobre ruedas, recuerda acudir al ayuntamiento de tu localidad y solicitar la licencia que requieres. Fundamentalmente porque, dependiendo del municipio, pueden existir ordenanzas que regulen la instalación de estos aparatos para, de este modo, proteger el medio ambiente.

Tras pasar todos estos trámites, ya solo queda que acuda el técnico a tu casa y ubique el aire en la zona deseada. Te aseguramos que no te arrepentirás de tener uno en casa, sobre todo, cuando comiencen a elevarse las temperaturas y desees dormir sin sufrir el tedioso calor.

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