Gracias a los avances tecnológicos, hoy en día, tenemos la posibilidad de hacer uso de múltiples tipos de electrodomésticos. Estos nos facilitan muchísimo las tareas del hogar y contribuyen de forma positiva a nuestra calidad de vida. El único inconveniente que podemos encontrarles, es que, su uso habitual, incrementa considerablemente nuestras facturas. Esta situación nos afecta muy negativamente, dado que los suministros han experimentado continuas subidas en los últimos años. De modo que, a pesar de que tratamos de gastar menos, cada vez tenemos que asumir recibos más elevados.
En APIALIA GAUDÍ, queremos ofrecerte una forma sencilla de mantener tus suministros controlados. Nos referimos al uso de electrodomésticos eficientes en nuestro hogar. Con esto, no te estamos planteando que elimines todos los que ya tienes. Nuestra intención es que conozcas su existencia y comiences a comprarlos a medida que requieras renovarlos.
Para comenzar, debes saber que todos los grandes electrodomésticos, como pueden ser el frigorífico o el lavavajillas, poseen una clasificación energética. En la pegatina que deben tener adherida a su superficie, debe aparecer una nomenclatura. Por orden, los más eficientes son aquellos en los que aparece A+++, A++ o A+. También puedes encontrarte otros con una A y B, que implican consumos moderados; o C y D para los de mayor gasto energético
La gran cualidad de los electrodomésticos eficientes, es que requieren menos energía o menos cantidad de agua para realizar su función. Por tanto, el ahorro que experimentaremos es evidente. Además, debes saber que su vida útil es bastante superior en comparación a otros electrodomésticos, dado que sus piezas sufren menos en cada uso.
En cuanto a los inconvenientes, tan solo podemos nombrar uno. Actualmente, adquirirlos supone abonar un coste bastante superior. Esto provoca que muchos compradores terminen desistiendo y optando por otros modelos más baratos, pero que consumen más. Lógicamente, es una decisión tremendamente personal. No obstante, te aconsejamos que lo medites y decidas si merece la pena comprarlos. Piensa que, a largo plazo, amortizarás la compra con lo que ahorrarás en tus facturas.