Con los cambios demográficos que determinan las sociedades contemporáneas donde la población joven y productiva se encuentra en constante migración a urbes y centros productivos y empresariales, nos topamos con que gran parte de las viviendas más grandes se encuentran ocupadas por una o dos personas mayores de 60 años, que luego del traslado de sus hijos están optando por vender y buscar opciones más pequeñas y sencillas en lugares más cómodos y con mayor acceso a zonas comerciales y de salud.
La mayoría de las viviendas más antiguas no poseen las condiciones adecuadas para personas mayores con movilidad limitada y disponen de un exceso de espacio no utilizado que termina por ser un problema para los propietarios. El patrón que lidera las ventas perfila apartamentos con tres o cuatro habitaciones de unos 100 m2 con precios oscilantes a los 225.000 euros en centros urbanos de Madrid o Barcelona. Según las encuestas del mercado inmobiliario, tres de cuatro ventas son realizadas por parejas cercanas a los setenta años, con un porcentaje de 56% determinadas por hombres y un 44% por mujeres.
Fácil acceso a bienes y servicios
Acompañadas de estas ventas van la compra o alquiler de otro inmueble, cuyas características principales se resumen en menos espacio (alrededor de 60 y 70 m2), ascensor y facilidad de acceso al edificio; adyacencias a los servicios de salud (ambulatorios, hospitales, farmacias, etc.). Por apartamentos en zonas tranquilas los seniors están dispuestos a pagar entre los 100.000 y 250.000€ y alquileres que rondan los 450 y 600€.
Incentivar la inversión extranjera
Apialia Gaudi recomienda que como la adquisición y compra y venta de viviendas representan un atractivo plan de jubilación y retiro, se deben aumentar e incentivar la oferta de inmuebles que cumplan con las características del perfil senior, donde las necesidades son determinadas por el acceso a servicios comerciales y de salud. Y más aún ya que también existe un repunte del senior extranjero (liderado por los ingleses y rusos seguidos por personas de los países escandinavos) que buscan viviendas cómodas en zonas costeras, cercanas a la playa con tamaños entre los 90 y 120 m2 dispuestos a negociar precios que a veces logran superar los 450.000€.