A medida que nuestra vivienda va ganando años de antigüedad, va aumentando los posibles desperfectos que pueden aparecer en ella. El desgaste, la dejadez y el mal uso de manera no intencionada, son factores que pueden incrementar el número de incidentes que tendremos que resolver. Desde Apialia Gaudí, somos conscientes de que la posibilidad de que esto ocurra siempre está ahí. Por ello, queremos comentar cuales son los más comunes para que puedas repararlos con la mayor celeridad posible.
- Cambiar bombillas. Quizás, esta situación es quizás la que, con mayor frecuencia, debas solventar. El uso continuo de nuestras lámparas y los posibles picos de tensión que se puedan producir, acaban dejándolas inservibles. Por este motivo, te recomendamos que siempre tengas a tu disposición un par de modelos nuevos. De este modo, si se funde una bombilla, inmediatamente, podrás repararla.
- Persianas rotas. Generalmente, el uso continuo de las cintas enrollables, acaba provocando el descolgamiento de la persiana. También podemos encontrarnos con que se rompa alguna lama. Si no eres demasiado manitas, te recomendamos que acudas a contratar los servicios de un técnico que las repare.
- Es uno de los problemas más temidos en cualquier hogar. El hecho de sufrirlas puede llegar a provocar inclusive un problema de salud. Por este motivo, una vez que hemos detectado su presencia, debemos eliminarlas rápidamente. Puedes aplicar productos concretos para ello. No obstante, lo ideal es eliminarlas y volver a pintar la zona aplicando un hidrrorepelente.
- Lavadora que deja de funcionar. No valoramos a este electrodoméstico, hasta que no se nos estropea. Las averías más comunes son debidas a obstrucciones, daños en la goma o rotura de alguna pieza interna. En función de lo que sea, deberemos valorar si es mejor repararla o adquirir una nueva.
- Pintar paredes. Con el paso de los años, la pintura de nuestras paredes se va deteriorando y adquiriendo una tonalidad diferente. Esto se agrava mucho más si, además, fumamos. Por este motivo, cada cuatro años es recomendable volver a renovar el color de las mismas. De este modo, nuestro hogar podrá lucir su mejor aspecto.