En España, el sector inmobiliario está experimentando un resurgimiento, razón por la que actualmente muchas personas vuelven a ver en la compra de una vivienda una inversión rentable.
El pequeño y mediano inversor ve en los activos inmobiliarios una oportunidad de bajo riesgo frente a otras opciones que requieren conocimientos especializados y no siempre resultan suficientemente rentables.
Contar con una segunda vivienda en propiedad puede resultar una gran ventaja si sabemos sacarle provecho.
Alquiler residencial
Según datos del Banco de España, el rendimiento medio de una vivienda en alquiler ronda el 4%, sin embargo, en ciudades como Madrid y Barcelona, este número puede llegar duplicarse, alcanzando hasta un 10% de rentabilidad.
A partir del 2015, la tendencia respecto al precio de los alquileres ha sido hacia el alza y pareciera que seguirá incrementándose, en parte porque la demanda es mayor que la oferta. En el caso de Barcelona, los precios del metro cuadrado ya han alcanzado niveles previos a la crisis. Una de las ventajas de este tipo de alquiler es que el arrendador puede deducir hasta el 60% en el pago de impuestos.
Alquiler turístico
Existe en el mercado un boom de este tipo de alquileres. ¿Cuán rentable resulta? Depende de la ubicación. En localidades como Madrid, Barcelona y las zonas costeras obviamente resulta mejor negocio.
Un informe realizado por Alquiler Seguro, sobre rentabilidad de alquiler residencial y turístico en Madrid y Barcelona, muestra que en Barcelona una vivienda tiene que estar ocupada entre 12 y 15 noches (40-50%) para que el alquiler turístico iguale la rentabilidad del alquiler residencial. En Madrid, contando con una media de 3 noches por turista, es necesaria una ocupación mínima de entre 15 y 18 noches al mes (50-60%).
Debe tenerse en cuenta que los gastos de los pisos de alquiler turístico son mayores, ya que el pago de la luz, agua o wifi corresponden al propietario. El arrendador de este tipo de pisos tampoco cuenta con deducciones en el pago de los impuestos.
Venta
Si optas por vender la vivienda, debes considerar que Hacienda se llevará como poco un 19% en la declaración de la renta.
Deberás pagar por la diferencia entre el precio de compra y el de venta; por ejemplo, si el valor del inmueble fue de 6.000 euros y la ganancia es inferior a ese valor, se pagará el 19%; 21% si oscila entre 6.000 y 50.000 euros y 23% para todo lo que supere esa cantidad.
Una de las ventajas de vender es disponer de una gran cantidad de dinero en poco tiempo, la cual puedes reinvertir en algún activo financiero
Igualmente puedes obtener un gran beneficio si la zona en donde se encuentra la vivienda se ha revalorizado con los años.
La mayor desventaja es que pierdes un patrimonio del cual podrías obtener un ingreso fijo.