Ante la dificultad que se encuentran muchas personas a la hora de conseguir independizarse y poder comprar una vivienda, nacen algunas alternativas para poder conseguir este objetivo y que se está convirtiendo en una buena oportunidad para aquellos que buscan nuevos modelos de convivencia, es el caso del cohousing.
En Apialia Gaudí te explicamos en qué consiste esta nueva alternativa a la vivienda tradicional.
La base principal del cohousing consiste en un tipo de vivienda colaborativa en el que se mezclan de manera perfecta la vida privada y la vida común.
Este modelo de vivienda que tuvo su origen en Dinamarca en los años 60 y 70 ha llegado a nuestro país hace unos años y ya existen algunos proyectos enfocados, mayoritariamente, a personas mayores aunque en la actualidad se está ampliando a un rango más amplio de población.
Los residentes que se deciden a vivir en una comunidad de cohousing gestionan y planean el tipo de modelo de vivienda y definen el proyecto dependiendo de sus necesidades reales. A partir de una definición de modelo de convivencia en el que se decide si se comparten algunas o muchas actividades vitales, encontramos diferentes tipos de cohousing: en entornos rurales o más urbanos, en edificios nuevos o en inmuebles rehabilitados y también diferentes tipos de vivienda, que pueden ser en bloque, en casas adosadas o en unifamiliares.
Con respecto a la propiedad, el cohousing permite la cesión de uso, esto significa que la cooperativa es la propietaria y quienes viven en este modelo residencial, tienen un derecho de uso indefinido, que además, se puede transmitir por herencia o se puede vender a través de la cooperativa.
Este modelo de vivienda colaborativa no solo facilita la cooperación y la convivencia entre todos los residentes sino que consigue centralizar todos los servicios y los equipamientos en las zonas comunes, lo que repercute en beneficios y ventajas sociales, económicas y medioambientales.