La búsqueda de una mejora en el bienestar de los habitantes de una vivienda y en minimizar nuestra huella de carbono, contribuyendo a una mejora del medio ambiente, hace que cada vez haya más alternativas a la hora de construir un inmueble, es el caso de la Passivhaus o Casa Pasiva.
En Apialia Gaudí te explicamos en qué consiste este tipo de vivienda y cuáles son sus principales características.
Aunque pueda parecer un término actual, la Passivhaus se originó a finales de los 80 en Alemania y hoy en día, este concepto da nombre a un sistema de estandarización que cuenta con una serie de requisitos que tienen que cumplir este tipo de construcciones para que la vivienda se califique como tal.
Las principales características que tienen que tener las casas calificadas como Passivhaus incluyen:
- Un aislamiento térmico óptimo.
- Ventanas y puertas de gran calidad.
- Rotura de puente térmico para evitar la pérdida de calor.
- Ventilación mecánica con recuperación de calor.
Dentro de las principales ventajas que ofrece una construcción de Passivhaus está el conseguir un ahorro energético que puede oscilar entre el 70% y el 90%. Asimismo, el hecho de que haya una renovación inteligente del aire y que estén construidas con materiales naturales y poco contaminantes, ayuda a reducir enfermedades de los habitantes de la vivienda.
Aunque hasta ahora el modelo Passivhaus se ha utilizado sobre todo para construir viviendas unifamiliares, este estándar constructivo sirve para cualquier otro inmueble como oficinas, edificios etc.
El precio estimado para poder vivir en una casa pasiva supone entre el 5% y el 15% más con respecto a una vivienda convencional, dependiendo del diseño, los acabados y la ubicación de la vivienda, entre otros aspectos. Sin embargo, está inversión supone una revalorización del inmueble de hasta un 20%, así como la amortización a medio plazo que supone el ahorro energético.