España es un país donde tradicionalmente las personas apuestan por comprar viviendas y convertirse en propietarios de sus hogares, sin embargo, siempre conviene analizar las circunstancias personales de cada uno y considerar las ventajas y desventajas de ser propietario para saber si realmente conviene comprar una vivienda.
En Apialia Gaudí te explicamos cuáles son las ventajas y los inconvenientes de comprar una vivienda.
Comprar una vivienda: ventajas
Las ventajas de ser propietario de una vivienda incluyen diferentes aspectos: económicos, sociales, etc., y cada comprador tendrá en cuenta una u otra para tomar la decisión.
- Poder darle el uso que se quiera
Cuando compramos una vivienda se puede destinar al uso que queramos o necesitemos, como por ejemplo: vivir de forma habitual o utilizarla para periodos vacacionales así como, ponerla en alquiler y obtener rentabilidad desde el primer momento.
- Personalización
La vivienda que compramos se puede adaptar perfectamente a nuestros gustos y necesidades, además todas las reformas que realicemos serán para nuestro beneficio sin necesidad de pedir permiso a otro propietario.
- Más estabilidad
Cuando la vivienda es de nuestra propiedad, no tenemos que depender de un contrato de alquiler ni para la duración ni para las subidas de las cuotas, lo que supone una mayor tranquilidad y estabilidad.
- Inversión y revalorización
Invertir en la compra de una vivienda siempre supone una inversión, ya que incluso se puede rentabilizar con el alquiler, además de que puede revalorizarse a lo largo de los años e incrementar su valor.
Comprar una vivienda: inconvenientes
Los inconvenientes principales de comprar una vivienda son:
- Gran inversión inicial
Para comprar una vivienda tenemos que contar con unos ahorros de hasta un 30% del valor del inmueble para hacer frente a la parte que no nos va a financiar el banco, así como a los gastos de compraventa.
- Compromiso a largo plazo con menos margen de error
Comprar una vivienda financiada supone un compromiso a largo plazo, además de que si finalmente las circunstancias nos obligan a cambiar de vivienda, es más complicado hacer el cambio.
- Más gastos mensuales
No solo tenemos que pagar la cuota de la hipoteca sino que tenemos que hacer frente a los diferentes impuestos anuales. así como a los gastos de comunidad y a los diferentes suministros.